Descubriendo la Estepa

La Estepa Rionegrina es, sin lugar a dudas, la fiel expresión de la imagen patagónica. Alberga paisajes místicos que conforman un escenario mágico y natural e invitan a disfrutar una incomparable sensación de paz y tranquilidad.

Son extensas áreas con plantas de porte bajo de tipo gramíneas y xerófila. Tiene mucho relieve y estos se caracterizan por las pequeñas montañas, llanuras, cañones y mesetas escalonadas.

La flora está compuesta por plantas como el calafate, neneo, molle, quilembai, colapiche o candelilla, mata de fuego, mata negra, coirón y jarillas.

En esta zona la estepa se manifiesta a pleno, con sus llanuras de vegetación seca y achaparrada, profundos cañadones y curiosas formaciones rocosas.

El clima es templado-frío y seco, los vientos corren e incrementan en verano y primavera. Su suelo es arenoso y pedregoso, con poca materia orgánica. El relieve es semidesértico ya que las precipitaciones son escasas ¿sabés a que se debe esto? Cuando mires las montañas al fondo del Lago Nahuel Huapi entenderás la razón.

Respecto a la fauna, es el hogar del zorro colorado, gatos de pajonal, comadreja y huroncito patagónico entre otros. Entre las aves podremos ver loica común, comesebo, bandurrita, mero gaucho, dormilona, diuca, calandria y martinetas.

Un poco más difíciles de ver son las agachona, águila mora, aguilucho, gavilán, halcón peregrino, lechucita vizcachera, coludito de cola negra, jilguero austral, y cachirla entre otras.

En esta salida tendremos hermosas vistas de los cerros Catedral, Otto, Bella Vista, Goye, López, Capilla, Millaqueo y el Lago Nahuel Huapi.

Hace más de cien millones de años, antes de la elevación de los andes, cuando el clima era subtropical y húmedo, la zona era boscosa, con árboles gigantescos que posteriormente quedaron sepultados bajo las cenizas.

¿Te animás a meterte en una cueva en este semidesierto?