El trekking comienza en Pampa Linda, a unos 80 km de Bariloche. El acceso, que en verano es sencillo, durante el invierno puede presentar condiciones inestables por nieve o hielo, por lo que el acceso a la zona cobra otra importancia. Ya en el punto de inicio, se cruza el Río Alerce por una pasarela, y la marcha avanza poco a poco por senderos que pronto se cubren de blanco.
El ascenso se desarrolla entre bosques de lengas que en esta época del año parecen salidos de un cuento. La nieve dibuja formas nuevas sobre las ramas, los troncos, las piedras, y el sonido del bosque se vuelve casi inexistente.
El trekking a Ilón en invierno es una propuesta distinta.
Más física, fría y salvaje. Pero también más íntima, visual y profunda. La montaña se muestra solo a quienes la respetan y se preparan para convivir con ella.
A partir de la media hora caminando, ingresamos en un bosque alto donde la pendiente aumenta considerablemente. A medida que ganamos altura, el Cerro Tronador se deja ver entre los claros, con sus glaciares colgantes y su perfil inconfundible recortado contra el cielo.
El ritmo es constante, adaptado al terreno y a la exigencia del invierno. Los bastones se clavan en nieve compacta, y si la acumulación lo requiere, usaremos raquetas de nieve para facilitar la marcha.